Arturo, 2012

Por Joaquin Ortega


 (Ilustración de Art Spielgman)


If the Apocalypse comes, beep me
Buffy, the Vampire Slayer

Arturo es torpe como lo fue su padre
Recuerda claramente, la vergüenza que han sido sus compañeras
En cada noviazgo su fuerza es la estrella
Y la perfecta caída, nunca termina sin una risa desde las gradas
Arturo compró una mascota para alguien
Se llama Eloísa, su amiga… y en su barrio nadie nunca la vio entrar
La mascota es para Eloísa
No tiene nombre y es tranquila
La mascota, a veces, es un poco cruel con animales pequeños
Pero Eloísa sonríe con sus gracias y mira complacida el ritmo de trabajo de Arturo
En el teatro Arturo busca a las personas
Las lleva y trae de hoteles y restaurantes
Sufre callado mientras algunas actrices lloran
Y mira con rabia a quienes las hacen llorar
En su auto a veces quiere meditar, pero es mejor estar alerta
El motor se apaga
Arturo sabe que el auto se agazapa, parece una mascota… y espera por el pulso para tomar una nueva cabalgata
Arturo oye fantasmas en su cabina
Arturo los espanta con fotografías de catedrales y superficies afiladas como aspas de una licuadora
Ya en casa de nuevo, acaricia a la mascota y Eloísa sonríe hasta la mañana siguiente
Arturo casi no duerme
A veces cree ver destellos entre los árboles que dan contra su pared
En su cuarto un bosque entra por la ventana
Y las risas de un colegio que sólo recibe clases entre sombras
Y las risas se le cuelan desde adentro del jergón frío, como una nube de collares hechos en el polo
O muy lejos de donde está ahora su primera mascota
Eloísa sigue jugando con la traviesa nueva amiga
Ya es de día y Arturo lava sus manos en agua salpicada de alcohol
Es mejor prever contra las bacterias
Contra el miedo, los ojos van bien abiertos
Contra cualquier sucio, la mejor desinfección
Arturo sube al auto a dos actrices luego de una larga tradición de llanto
Y las lleva un hotel para que duerman y coman bien
Pero Arturo sabe que Eloísa tiene ganas de reírse con nuevas amigas
Y la mascota se divierte ahora debajo de un colchón
Las actrices siempre dicen que sí, para visitar la casa de Arturo
Él es respetuoso y simpático
Siempre espera hasta tarde y es servicial
Por eso nadie le niega una visita, entrada por salida a su casa
El hogar de Arturo es más grande por dentro que por fuera
Y no hay forma de abrir las puertas desde adentro
Tal vez, sólo si eres Arturo
Pero Arturo espera en la fachada, por el fin de un mundo
Y adentro Eloísa y la mascota son amas y anfitrionas
Las actrices ahora lloran mejor que sobre las tablas
Eloísa aprieta fuerte y da algunos bocados en plan de juego
Su mascota se llama Hambre y juega con ella y con las actrices desde que Arturo se la regaló
Arturo espera afuera con el motor detenido
Con los ojos abiertos, le late mansamente el corazón

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